Sostuvo que los niños aprenden sin esfuerzo, de manera natural. Desde que nacen hasta los 3 años absorben, como esponjas, todo lo que perciben del ambiente: el cariño, los colores, los sonidos, el lenguaje… todo indiscriminadamente. Luego, hasta los 6 años, aprenden selectivamente, lo que les interesa, lo que necesitan para desarrollarse. Aprenden naturalmente a hablar, a caminar y también a leer y operaciones básicas, sin esfuerzo. Después de los 6 años el aprendizaje sigue realizándose por el resto de la vida pero ya no es natural, se requiere de esfuerzo.